Ir al contenido principal

Ana (Ann) Morris, Profesora y Autora de libros Infantiles

Mi Frase Favorita, Mi Lema
“Si puedo evitar que un corazón sufra, no viviré en vano; si puedo aliviar el dolor en una vida, o sanar una herida o ayudar a un petirrojo desmayado a encontrar su nido, no viviré en vano”. Emily Dickinson.


Ana (Ann) Morris

Ana Morris, así es como le gusta ser llamada cuando se expresa en español. Es profesora y escritora de libros bilingües para niños. Ha ganado los premios, Award-Wining Bilingual Children’s Author y The Mom’s Choice Awards, entre otros, como reconocimiento por su amor a su trabajo con los más pequeños. En la actualidad, imparte actividades como talleres de escritura y de marketing editorial. 

Fascinada por la lengua española ha ejercido de mediadora con la comunidad latina de EEUU, animando tanto a los más pequeños de la casa como a sus padres a cultivar su lengua nativa y motivándoles a aprender idiomas.

Ana Rubio-Serrano: Ana, ¿qué es lo que te empujó a la enseñanza y por qué elegiste el idioma español? 

Ana (Ann) Morris: Siempre me ha gustado aprender y enseñar. De niña, siempre jugaba a ser maestra. En la High School (el instituto), impartía clases particulares de piano. En la Universidad de Navarra, di clases de inglés a un grupo de cuatro universitarios, en la universidad de Wartburg College (EEUU) fui tutora de estudiantes de español.
¿El español?… casi me da vergüenza explicar cómo me interesé por este idioma tan rico en expresión y cultura… En la High School (el instituto), el español era la única lengua extranjera que ofrecían. Me matriculé porque mi hermano lo había hecho. Estudié tres años y me parecía que ya lo sabía suficientemente bien, porque podía comunicarme con la estudiante de intercambio.
Cuando entré en la universidad, decidí estudiar francés, pues ya sabía todo lo que necesitaba de español. Las clases de francés ya estaban completas, así que me matriculé en el nivel intermedio de español. ¡Uy! La profesora estaba enseñando la historia de España en español a paso normal, y me asusté. Le hablé para decirle que no pertenecía a este nivel. Ella me convenció que siguiera un par de semanas a ver si me acostumbrara y me quedé. Durante el segundo semestre me preguntó a ver si me interesaría hacer un viaje a España con ella y un grupo de estudiantes. Estudiaríamos clases en la Universidad de Navarra especialmente creadas para extranjeros. Haríamos excursiones y escribiríamos diarios cada semana para que ella nos diera una nota de escritura. 
Así que hice las maletas, y resultó el choque cultural que me hacía falta. No entendía nada, y tuve que aplicarme mucho para lograr comunicarme. Una vez, la profesora llegó a la casa donde me alojaba para hablar conmigo y con la anfitriona. Me acuerdo que durante la conversación, la anfitriona contestó una pregunta sobre la comunicación: –Sí, nos comunicamos bastante bien. Eso me despertó. ¡Nunca se me hubiera ocurrido que ella tuviera problemas en entenderme, pues hablaba su idioma! Me di cuenta que me faltaba mucho que aprender.
Nunca me ha gustado destacar. Y en España, aún en el norte, me destacaba por ser rubia, alta, y vestida a lo norteamericano… En los años 1970 la ropa que llevaba estaba de moda en los EEUU, pero no en España. Y, para colmo, tenía acento norteamericano.
Volví durante el tercer curso de la universidad y me apliqué mucho. Escuché bien, aprendí modismos, conocí a una cuadrilla de jóvenes que incluía amigos míos de los Estados Unidos que querían hablar y aprender el idioma y, ¿cómo no?, pasarlo bien. Fue un esfuerzo enorme, pero al final del año, la gente de allá no me preguntaba si era inglesa, americana, francesa, sino, si era de San Sebastián… y, entonces, supe que el esfuerzo había valido la pena.




Galardonada con Prestigiosos Reconocimientos 

Award-Wining Bilingual Children’s AuthorMom’s Choice Awards, Purple Dragonfly, Book Award, CLIPPA y Readers' Favorite son los prestigiosos reconocimientos con los que Ana ha sido galardonada por alcanzar la excelencia en su trabajo en el mundo infantil de las letras.



Enseñar y Servir
“Empecé de maestra en un colegio público de EEUU y, de vez en cuando, me pedían que hiciera alguna traducción al español”. 
“Más tarde trabajé en la oficina de empleo y desempleo en Iowa de forma voluntaria. Era la única representante bilingüe”.
Motivar como Norma
Los niños son muy impresionables. Reciben nueva información con entusiasmo y aprenden rápidamente. Leer con sus padres es una experiencia formidable para la vinculación emocional. Aprenden juntos. Los niños necesitan modelos positivos en la vida.

Ana Rubio-Serrano: Aquí decimos, “cada maestrillo tiene su librillo”. Es decir, cada profesor tiene un método diferente de enseñar. ¿Cuál es tu método para captar la atención de los más pequeños? ¿Cuál es tu secreto para que se enamoren de tus libros? 

Ana (Ann) Morris: Mi método, Ana, es sencillo: comunicar mediante la participación activa del que escucha. Los niños son una fuente de curiosidad, energía e imaginación. Ellos no se cansan de preguntar, escuchar e hilar el relato de acuerdo con su realidad. El juego, la dramatización, las historias reales siempre me acompañan en mi pedagogía.

“Cada maestrillo tiene su librillo”
  • Leer, preguntar y comentar es mi modo de comunicarme con los pequeños. Ellos, no sólo escuchan, sino que participan. ¡Qué subidón de energía, de imaginación! Es la magia de los más jóvenes: a través de su curiosidad se crea y recrea el cuento.
  • Para animar a los alumnos a aprender un nuevo idioma, les digo, que éste es una forma de comunicar que se parece a un código que hay que entender, descifrar y practicar.
  • Visionar películas de Disney que ya han visto ahora en español para los niños es toda una experiencia.
  • También hablar de experiencias personales y dramatizar situaciones hacen que los alumnos se enganchen y quieran aprender más.
  • Los personajes de mis libros tienen una base real de la cual aprender.

En cuanto a los personajes de mis libros son todos muy identificables para los pequeños. Todos los cuentos tienen una fondo de la realidad. Mi objetivo es preservar los recuerdos, que las experiencias permanezcan vivas y compartirlas. Los personajes de mis libros varían de raza o de grupo étnico. Creo que es importante conocer a gente de otras culturas para propiciar una comunicación que fomente la empatía, nos lleve al entendimiento sin prejuicios ni enjuiciamientos fáciles.
El primer libro que escribí fue sobre mi hijo Mikel (nombre vasco). Aún me acuerdo de aquel día tan especial, le dije a Mikel que iba a escribir un libro sobre él. No me creyó. Cuando llegó el libro, ya era mayor, sonrió y le hizo muchísima ilusión. 

Todo Escritor tiene su Musa

“Mi hijo menor fue el motivo por el cual yo me lancé a escribir libros para niños. Empecé a escribir cuentos para mi hijo y mis sobrinos sobre experiencias que me parecían que les transmitían valores.  
Más tarde, entré a formar parte de un grupo de autores de mi vecindad que me ayudaron a orientarme con el proceso de la publicación y el marketing”.

Después, mis nietas empezaron a tener algo de pelusilla, y no paraban de recordarme cosas que hacíamos juntas, hasta que les prometí que escribiría un libro sobre ellas también. Hace casi cinco años ya. He empezado mil veces, pero nunca salía como quería. Por fin, decidí hacer su libro en rima. ¡Mi primer libro en rima! Ya veremos si lo escribo también en español. He traducido poesías, pero ¿todo el librito? Ahora ellas están más que contentas de saber que “su libro” está ya en la editorial.
Ana Rubio-Serrano: En la presentación de la entrevista hemos anunciado tu preocupación por la comunidad latina. ¿Cómo vive la comunidad latina su integración en los Estados Unidos en cuanto a lengua y cultura? ¿Qué es lo más difícil para ellos?
Ana (Ann) Morris: Mi primer marido es de España. Lo conocí cuando estaba viviendo allí, nos enamoramos, y decidió emigrar a los Estados Unidos en vez de quedarnos en España. Éramos jóvenes, y no tenía mucha experiencia con manejar el dinero. Cuando vivíamos en España, él tenía buen trabajo y ganaba mucho. 
Cuando nos trasladamos, él no hablaba inglés, así que siempre nos comunicábamos en español. Ya en los Estados Unidos, le impresionó mucho el tamaño de las casas con jardines, las cosas materiales que tanto costaban en España, pero relativamente mucho menos en el nuevo país. Quería comprar todo lo que no había tenido en España y que siempre había querido.
En cuanto a la lengua, se frustraba mucho. Antes tenía un buen empleo y entendía el sistema. Viviendo con mis padres mientras terminaba en la universidad, aprendió poco a poco, gracias a la paciencia de mis padres, especialmente a mi madre que no trabajaba fuera de casa. 
Al casarnos (después de los tres meses de su llegada, según el visado de novios), empezó a trabajar. La pena es que el trabajo de especialista que ocupaba en España no existía aquí. Tuvo que empezar en construcción con una compañía que le trataba mal por no entender bien el idioma, ni el sistema. Hacía trabajos de esclavo. Aprendió un vocabulario horroroso de los compañeros. 
Fue, entonces, cuando entró en una escuela para aprender inglés, ingresando al mismo tiempo en el programa GED. Un programa especial para conseguir el diploma de la High School de los Estados Unidos, aunque ya había cursado dos años en la Universidad de España. Todo le ayudó con el idioma y su formación como profesional. Hoy en día ya es bilingüe con un trabajo mucho mejor y diferente a lo que hacía en España.
Según mi experiencia con los latinos que he conocido en mi país, todo depende de la formación que traigan y del dominio del inglés. Me acuerdo perfectamente de unos jóvenes que buscaban trabajo. Nos contaron que en México les habían pagado 1.000$ para un servicio y les habían prometido los papeles, el transporte, alojamiento, y trabajo cuando llegaran a EEUU. En fin, los papeles que presentaron eran falsos, no tenían alojamiento, y tenían un trabajo basura. Los mataderos son los peores de los empleadores de indocumentados. Se aprovechan de ellos, porque no se pueden quejar. Les hacen trabajar hasta que enferman. Es realmente triste.
También recuerdo que venían a la oficina con sus familias. La oficina tenía ya preparada una cesta con juguetes, crayolas, hojas para pintar y algunos libros en inglés para los niños que acompañaban a sus padres.

Iowa Workforce Development

“Hay muchos latinos con pocos años de estudio que han venido en busca de una nueva vida y de un trabajo bien remunerado. Si no hablan inglés, las posibilidades de conseguir un trabajo con pocos beneficios y malos supervisores son muy grandes. Como somos vecinos de Méjico y estamos cerca del Caribe, es de dominio público, que tenemos muchos inmigrantes sin sus papeles en regla. Eso hace que les cueste más mejorar su condición laboral. 
Por mi parte, trabajé en un departamento de la agencia de empleo y de desempleo del estado de Iowa: Iowa Workforce Development. El departamento se llamaba el centro para los recién llegados a Iowa: The New Iowan Center. Desde allí intentábamos ayudar a que consiguieran un trabajo digno. 
A veces era desesperante, nos encontrábamos con gente ya con títulos de doctorados, buscando trabajo en limpieza por no saber el idioma. A la gente que no tenía permisos para trabajar, les dirigíamos a clases de inglés, gratuitas, al programa GED y a clases de informática”.

Ana Rubio-Serrano: Un trabajo, sin duda, con una carga altamente emocional. Y volviendo a tus libros, sé de muy buena tinta que tienes tres libros en proceso de publicación y que acabas de  entregar a tu editor uno de rimas. ¿Podrías explicarnos brevemente cuál es la temática de estos nuevos libros? ¿Dónde los podemos adquirir?


Ana (Ann) Morris: Todos los libros que he escrito se han inspirado en experiencias memorables. En algunos he hecho pequeños cambios para expresar mejor el mensaje. El Do It Again!/¡Otra vez! es el primero libro completamente bilingüe. No es tan largo como los demás, así que incluimos los dos idiomas en un mismo libro. Este libro está pensado más para el público más infantil. Su objetivo no es el de aprender como los primeros. Es una narración lúdica de una noche con nuestra sobrina y lo bien que lo pasamos todos en familia.
El segundo que envié a mi editor es sobre mis nietas. Creo que ya he explicado eso. Lo escribí en rima… otra cosa nueva para mí. Cuenta algunas de las pequeñas aventuras que vivimos desde su nacimiento. Otro libro que he empezado a escribir, trata de fundamentos básicos que se divide en capítulos. Como también es una misión personal hacer todo lo que pueda en favor de las personas sin hogar, la trama de esta nueva aventura trata de una joven que intenta ayudar a una amiga cuya situación ha cambiado radicalmente. También he escrito uno sobre un perrito que cuidé durante una semana. Lo he escrito desde el punto de vista del perrito. Hay varios que he escrito que tienen como fundamento el tema del cariño, del altruismo, de la comunicación, de la familia… ¡Seguro que el lector encontrará más temas cuando lean los libros!
Mis libros se pueden adquirir en mi sitio web www.authorannmorris.com y en Amazon. 

La Importancia de una Reseña

“Me gustaría invitar, desde aquí, al lector a dejar una reseña en Amazon. 
Yo lo hago con cada libro que leo. Ayuda al autor además de a los lectores potenciales”.



Ana Rubio-Serrano: Muchísimas gracias Ana, por una entrevista tan creativa e inspiradora. 
Una nueva una profesional de marca nos ha regalado su experiencia y nos ha contagiado su entusiasmo. El mundo de las letras tiene un poder inmenso en pequeños y grandes. Los idiomas son herramientas de entendimiento no sólo como lenguaje vehicular, sino también como cultura y respeto hacia el ser humano.











Comentarios

Entradas populares de este blog

Constanza Orbaiz, psicopedagoga: "Valorar la Diversidad como Parte de lo Cotidiano"

Hoy me he topado con una historia muy especial. Constanza Orbaiz es psicopedagoga y en este vídeo nos habla de la discapacidad no como un impedimento, sino como un poder hacer las cosas de diferente manera. Trabaja en un colegio y también con pacientes con discapacidad. Sus palabras emotivas, llenas de una fresca cordura, nos dan un toque de atención a centrarnos en las personas y en lo que cada una puede conseguir según sus habilidades. Constanza nos invita a dejar de centrarnos en lo que no puede hacer el otro y descubrir un universo de posibilidades en los demás. Nos invita a no dar nada por perdido, sólo porque no entra dentro de nuestro mundo perfecto. Curarse es aprender a convivir con lo que a uno le pasa. Valor, coraje, arrojo. Constanza es una profesional que no se rinde, que acepta acepta sus circumstancias y a sí misma con toda naturalidad, sin comparecerse de sí misma, sin querer dar pena. Al revés, ella transmite alegría y paz, constancia y determinación. N

Cantera de Profesionales de Marca

La mayor aptitud de un "profesional de marca" es la empatía, aquello que nos lleva a ponernos en el sitio del otro. En un profesional esto significa, principalmente, tratar a nuestro entorno (clientes, empleados, proveedores...) como nos gustaría que nos tratase a nosotros mismos en el momento que cruzamos una puerta. En primer lugar, sin duda, con amabilidad y una sonrisa honesta, auténtica. Cuando practicamos el acogimiento sincero, hacemos que la otra persona se sienta cómoda, al mismo tiempo, que creamos confianza, expectación y predisposición a la escucha de nuestro mensaje. Siempre recordaré una de las imposiciones más gratificantes que nos mandaron realizar a todos los profesores a la entrada y salida de los alumos de las aulas.  ¿Os podéis imaginar el revuelo que esto suponía? En la escuela había alumnos de primaria y secundaria en el mismo edificio. Un mismo pensamiento cruza las mentes de todos los profesores de secundaria: ¡Los adolescentes, completame